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En la piel de Marissa Mayer

El pasado 1 de septiembre Marissa Mayer, CEO de Yahoo!, anunciaba con total naturalidad en su Tumblr que estaba embarazada de gemelas. Contaba que se encontraba bien y que tenía la intención de seguir trabajando casi hasta la fecha del parto y seguir al pie del cañón. Comentaba también que está viviendo con emoción el renacimiento de Yahoo!

Ya se ha hecho pública su intención de disfrutar únicamente de dos semanas de baja de maternidad. “Ejecutivas, ¿ejemplo a seguir por las empleadas?”, titulaba hoy el periódico Cinco días, refiriéndose al embarazo de Marissa Mayer. 

Noticias como esta desatan la polémica. Este mismo verano todo el mundo opinaba sobre la intención de Susana Díaz, Presidenta de la Junta de Andalucía, de compartir la baja con su marido y dar a entender que se reincorporaría pronto a la vida laboral (finalmente cogerá las 6 semanas obligatorias que corresponden a la mujer para su recuperación).

Y yo, que intento ser una persona empática y ponerme en la piel de los demás para entender por qué pasan determinadas cosas, me pongo en la piel de Marissa Mayer, como en su día me puse en la de Susana Díaz, y la principal conclusión a la que llego es que ellas también tienen derecho a elegir con libertad qué hacen con su vida, porque la culpa no es suya, sino de la sociedad en la que vivimos.

No he tenido la oportunidad de conocer personalmente a ninguna de las dos, aunque me encantaría para poder preguntarles y escuchar qué piensan y cómo se sienten ante esta circunstancia. Hasta que tenga la oportunidad, me limito a intentar ponerme en su piel.

Poniéndome en la piel de Marissa Mayer, reivindico su derecho a elegir

Marissa Mayer tiene 40 años. Es ingeniera informática especializada en inteligencia artificial. Antes de llegar a Yahoo! como Presidenta y Directora Ejecutiva, había ocupado cargos directivos en Google. Seguro que hay mucho esfuerzo detrás de una carrera de éxito como la de Marissa y también muchas decisiones difíciles.

Poniéndome en la piel de Marissa Mayer, estoy casi segura de que como madre le gustaría pasar más tiempo con sus 3 hijos y compartir esos primeros meses con las gemelas recién llegadas.

Pero también estoy segura de que como profesional que ha conseguido llegar a lo más alto, que le gusta su trabajo y que se siente parte del éxito de una de las principales compañías a nivel mundial, tampoco quiere perderse un momento histórico para Yahoo!, en el que seguro ha invertido muchas horas de trabajo y mucho esfuerzo, dejándose por el camino muchas cosas.

De nuevo le toca elegir, y elige no perderse el renacimiento de Yahoo!. Pero poniéndome en la piel de Marissa Mayer seguro que en el fondo tampoco quiere perderse los primeros meses de sus gemelas. Y tratará de estar en misa y repicando y, aunque muchas veces la culpa se apodere de ella, seguramente lo conseguirá (o creerá haberlo conseguido).

Lo conseguirá porque siendo CEO de una compañía como Yahoo! supongo que tendrá ayuda, tanto en casa como en el trabajo. Además podrá estar permanentemente conectada y contar con cierta flexibilidad horaria. El tiempo que pase con su familia lo disfrutará al máximo, con todo tipo de lujos que podrán permitirse gracias a su trabajo. Y el tiempo que no pase con su familia no sabrá lo que se pierde. Y Marissa Mayer tiene derecho a elegir libremente apostar por su carrera, sin sentirse juzgada. Porque poniéndome en la piel de Marissa Mayer, que ha sido y va a ser madre como muchas de nosotras, supongo que no será fácil tomar la decisión de reincorporarse al trabajo dos semanas después de tener gemelas y encima tener que aguantar las críticas de todo el mundo.

El problema no es Marissa Mayer

El problema no es de Marissa Mayer, es de la sociedad en la que vivimos.

Sin embargo, como individuos integrantes de esta sociedad, todos tenemos cierta responsabilidad para cambiar las cosas desde el lugar que ocupamos, y los que están arriba (en teoría) tienen más poder para conseguirlo. Por eso, si yo fuera Marissa, ya que por mis circunstancias personales habría elegido reincorporarme al trabajo dos semanas después de dar a luz, animaría a mis empleados, hombres y mujeres, a disfrutar de sus hijos y les daría facilidades para conseguirlo.

(Recordemos que en Estados Unidos son las empresas las que asumen el gasto económico de baja de maternidad y el permiso de paternidad de sus empleados y deciden libremente su duración. En el caso de Yahoo!, Marissa Mayer, después de ser madre de su primer hijo, las dobló hasta situarlas en 16 semanas para las madres y 8 para los padres).

Vivimos en una sociedad que todavía no ha asumido que la mujer se ha incorporado al mundo laboral y no nos lo pone fácil. 

Vivimos en una sociedad que no está acostumbrada a que una mujer ocupe un cargo de responsabilidad y no sabe reaccionar ante esta realidad.

Vivimos en una sociedad que todavía no ha asumido que los hombres también tienen derecho a criar a sus hijos y, a los que han empezado a pelear por ello, tampoco se lo ponen fácil.

Vivimos en una sociedad que hace imposible compaginar la vida laboral con la familiar, que nos niega nuestro derecho a ser madres y padres, pero también nuestro derecho a ser personas.

Vivimos en una sociedad que, en este cambio de roles, ha perdido los valores, anteponiendo el trabajo a la familia.

Vivimos en una sociedad aparentemente libre, obligada a elegir, que castiga a los que anteponen a la familia y juzga a los que optan por el trabajo.

Y mientras esto no cambie, y respondiendo a la pregunta que planteaba Cinco Días, dejemos que Marissa Mayer sea ejemplo de éxito en el mundo empresarial, porque ha sido capaz de llegar muy alto en un mundo de hombres (solo un 5% de los CEOs del ranking Fortune 1000 son mujeres). Pero no la pongamos como ejemplo de madre (entiéndase «super madre trabajadora» que 2 semanas después de parir gemelas está preparada física y psicológicamente para volver al trabajo), porque nos lo pone muy difícil a los que luchamos cada día para conseguir que la familia vuelva a ocupar el lugar que se merece, por ser la cuna de los ciudadanos del futuro y uno de los pilares fundamentales para construir un mundo mejor.

2 comentarios en «En la piel de Marissa Mayer»

  1. Estoy,en genera,l de acuerdo con tu reflexión. Sin embargo, en mi humilde opinión,el permiso de maternidad-paternidad no es para el «disfrute» de las madres o padres.Para mí ,es un derecho del bebé recién nacido a ser criado por sus padres. En consecuencia,esa «renuncia» es una usurpación(puesto que decidimos por ellos sobre algo que les pertenece) de ese derecho fundamental del niño. No culpabilizo,no juzgo,sólo me gustaría invitar a la reflexión sobre la finalidad de este permiso.

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