#mamiconcilia / Blog / Testimonios sobre conciliación

Learning through doing – Irene Martínez

[vc_row][vc_column width=»2/3″]

learning through doing
[/vc_column][vc_column width=»1/3″]

Irene Martínez 

Irene Martínez

Nacida en 1976

Mando intermedio en una pyme de consultoría de gestión empresarial.

2 hijas (2009 y 2011)

@irenembar

[/vc_column][/vc_row]

Learning through doing

Me encanta mi trabajo, perdón, rectifico, me encanta trabajar desde siempre.

En cuanto terminé la carrera me incorporé al departamento de Biología Vegetal de la Facultad a echar una mano en lo que hiciera falta, sin sueldo por supuesto, mientras buscaba trabajo. Debo decir que no era mi asignatura favorita ni de lejos, pero se trabajaba mucho allí y eso fue lo que me atrajo.

En un par de meses me incorporé a mi primer trabajo de verdad, de becaria al principio y de técnico de gestión ambiental después; pasados 18 meses había finalizado mi primer Máster y salté a montar mi propio negocio de Consultoría con una compañera; un fracaso absoluto que me tuvo enredada otros 18 meses hasta que por fin llegó mi oportunidad de trabajar en Madrid, en una Consultora de ámbito nacional con sus delegaciones territoriales y todo.

Ocho años de trabajo incesante y recompensado que no me dejaban un minuto para pensar si queríamos formar una familia con hijos, si quería ser madre; no me lo planteé ni una sola vez. Tenía más de 30 años y de repente un ascenso y un traslado a Andalucía me hicieron pensar que podría ser…

Trabajé hasta la semana 38 en mi primer embarazo, insisto en que ¡me encanta! Pero estaba gorda, incómoda, cansada, hambrienta y somnolienta, en ese orden.

Teníamos planes: nuestra hija iría a la guardería con cuatro meses y yo seguiría con mi actividad profesional como hasta el momento… jajajaj… teníamos planes… pero vi la cara de mi hija, descubrimos juntas la lactancia y se generó un vínculo entre nosotras y un cambio en mí que me hizo dar la vuelta a todo lo que yo quería y a todos mis planes.

Hubo que rehacerlo todo; alargué la baja maternal todo lo que pude rascando días de vacaciones, lactancia acumulada y algún día sin sueldo hasta los seis meses, contratamos a una persona para que se quedara en casa con nuestra hija, compré un salaleches para llevarlo conmigo en el AVE, en los vuelos a Barcelona, en los viajes en coche por toda Andalucía… y lo usé, vaya si lo usé, y fue estupendo para mí y para nuestra hija.

Y, por supuesto, reduje mi jornada laboral para poder estar en casa por las tardes. Quise hacerlo y pude hacerlo. Durante ese año ni siquiera afectó a mi salario porque acordé con la empresa que trabajaría en casa mientras la niña estaba dormida y lo hice y nos fue bien a todos. Admito que hubo conversaciones telefónicas complicadas con mi hija gritando en mis brazos en las que el interlocutor pretendía que no pasaba nada, inventos caseros para ampliar los espacios seguros dentro de la casa mientras impartía un seminario online, es decir, que ella no siempre dormía mientras yo trabajaba, claro, pero yo me divertí mucho.

A los pocos meses volví a quedarme embarazada y me fui a casa en la semana 26 para descansar y disfrutar de unos meses de mi hija única a tiempo completo. ¡Me alegro infinito de haberlo hecho! Volví a alargar mi baja maternal y en la segunda reincorporación mi empresa me sorprendí con un ERTE de reducción de Jornada y Salario al que me apunté voluntariamente, por supuesto. Una vez finalizada esta situación he decidido formalizar mi reducción de jornada por guarda legal. Podemos vivir con menos y sobre todo, vivimos mejor con menos porque estamos más tiempo juntas.

Sigue encantándome mi trabajo, que nadie se confunda y, de hecho, acabo de aceptar un ascenso que implica viajar mucho más y dormir fuera de casa con lo que hemos tenido que “inventar” nuevas formas de conciliación que tras un periodo de adaptación han significado un avance en igualdad en el interior de nuestra familia y la consecución de un nuevo equilibrio que a nosotros nos funciona, pero eso es otra historia que contaré más adelante.

Lo que quiero contar hoy es que yo no sabía que quería ser madre y que, al hacerlo, descubrí mi vocación; en teoría del aprendizaje se llama “learning through doing” – “aprender haciendo” y eso es lo que hemos hecho y nos ha encantado.

[vc_button title=»Comparte tu testimonio» target=»_self» color=»default» size=»size_large2″ href=»http://mamiconcilia.com/comparte-tu-testimonio/»]

Deja un comentario