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Claves del estudio State of the world’s fathers – Estado de la paternidad en el mundo

Una paternidad involucrada ayuda a los niños a prosperar.

Los efectos de tener un padre involucrado ayuda al desarrollo del niño del mismo modo que afecta la implicación de la madre. Esta implicación está enlazada con un mayor desarrollo cognitivo y mejor desarrollo escolar, mejor salud mental en niños y niñas y menor tasa de delincuencia en hijos. Además la interacción del padre es muy importante para el desarrollo de la empatía y las habilidades sociales de hijos e hijas.

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Una paternidad involucrada permite que las mujeres y niñas desarrollen todo su potencial tanto ahora como para generaciones futuras.

De forma global, las mujeres ganan con su trabajo un 24% menos que los hombres, en parte debido al gran agujero del trabajo realizado en cuidados de hijos y personas dependientes, y en el hogar. La paternidad implicada también enseña a las futuras generaciones de hombres a aceptar de forma natural la igualdad de género así como la autonomía y empoderamiento de las mujeres. Las niñas que han crecido en un hogar donde el padre comparte trabajos del hogar aspiran a trabajos menos tradicionales y potencialmente mejor pagados. Del mismo modo, los hombres que han visto a sus padres compartir tareas del hogar son más afines a seguir los pasos de sus padres en cuestiones domésticas y de cuidados cuando son adultos.

[bctt tweet=»Una paternidad involucrada ayuda a que las mujeres desarrollen todo su potencial»]

La paternidad implicada hace a los hombres más felices y saludables.

Los padres implicados ven la relación con sus hijos como una fuente de bienestar y de felicidad. Además este tipo de relación lleva consigo una esperanza de vida mayor y un menor número problemas físicos y mentales.

[bctt tweet=»La paternidad implicada hace a los hombres más felices y saludables.»]

La implicación de los hombres en los cuidados está incrementando en algunos lugares del planeta pero en ningún sitio se equipara con la de las mujeres.

Actualmente las mujeres son el 40% de la fuerza de trabajo, pero además hacen de 2 a 10 veces más trabajos de cuidados de familia y en casa que los hombres.

Los padres quieren pasar más tiempo con sus hijos.

Los padres quieren estar más implicados en las vidas de sus hijos. Entre un 61 y un 77% de padres dicen que querrían trabajar menos si eso significa que pueden pasar más tiempo con sus hijos. Una encuesta realizada en EEUU encontró que el 46% de padres dicen que no pasan suficiente tiempo con sus hijos comparado con el 23% de las madres.

[bctt tweet=»Los padres quieren pasar más tiempo con sus hijos.»]

Se necesita la participación y apoyo urgente de los hombres para que todos los embarazos sean deseados.

Más de 220 millones de mujeres no tienen acceso a métodos anticonceptivos, esto hace que no puedan espaciar sus embarazos y las expone a un gran riesgo de muerte tanto a ellas como a los recién nacidos. Más del 40% de los embarazos (globalmente) son no deseados. Es necesario que los hombres se impliquen en el uso de métodos anticonceptivos y apoyen las decisiones reproductivas de las mujeres para asegurarse de que todos los embarazos son deseados.

La implicación de los hombres – en la medida que las mujeres deseen – en las visitas pre parto, en el nacimiento y justo después del nacimiento, tiene un impacto positivo en el uso de los servicios de salud.

En países de desarrollo bajo o medio, el impacto positivo está asociado a los hábitos de salud de la madre y a mejoras en las habilidades de los servicios de salud en el nacimiento, utilización de cuidados post-parto y un menor número de muertes de madres al dar a luz.

En países desarrollados, la presencia del padre en estas etapas es fundamental en el apoyo a la madre en la lactancia materna, al igual que en la decisión sobre la inmunización de los hijos y la búsqueda de ayuda especializada en enfermedades.

Promover la implicación de los padres debe incluir esfuerzos para interrumpir la violencia en el hogar.

Aproximadamente una de cada tres mujeres sufre violencia de manos de su compañero en su vida. En países de desarrollo bajo y medio un 75% de niños entre 2 y 14 años sufre algún tipo de comportamiento violento en sus hogares. Algunas formas de violencia, en particular la violencia de hombres contra sus parejas, se transmiten de generación en generación.

Niños, mujeres y hombres se ven beneficiados cuando los padres toman la baja paternal.

Mientras que la baja maternal se ofrece prácticamente a nivel mundial, la baja paternal sólo se ofrece en 92 países. Además en la mitad de estos países la baja es menor a 3 semanas. Unas buenas políticas sobre bajas junto a acceso a cuidados para niños económicos o gratuitos se muestran como los pilares fundamentales para el cambio en la asociación de las mujeres con el cuidado de los hijos. Además, la baja paternal es un paso vital para el reconocimiento de la importancia de compartir esos cuidados promoviendo tanto el bienestar de los niños como la igualdad en casa, en el trabajo y la sociedad en general.

Además los beneficios asociados a la baja paternal son la mejora de la salud de la madre incluyendo la salud mental y la reducción de los niveles de stress del padre.

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La implicación de los hombres en el cuidado también trae consigo beneficios económicos.

Si las mujeres participan de la fuerza laboral en el mismo ratio que los hombres, el P.I.B. de EEUU podría incrementarse en un 5%, en Japón un 9%, en Emiratos Árabes Unidos un 12% y en Egipto un 34%. Las bajas pagadas para las empresas traen beneficios como la retención de empleados y talento, reducen el absentismo y los costes de preparación de nuevos empleados, además de incrementar la productividad y el ánimo de la plantilla.

En el hogar, la baja paternal ayuda a que la mujer vuelva al mercado laboral, incrementa los ingresos del hogar y de su carrera.

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Recomendaciones del estudio

  1. Crear planes de acción nacionales e internacionales para promover la paternidad involucrada, no violenta e igualitaria de hombres y niños para compartir los cuidados y trabajo no remunerado.
  2. Llevar estos planes de acción y políticas dentro de las instituciones públicas para permitir y promover la participación igualitaria de hombres en la crianza y los cuidados.
  3. Instituir y poner en práctica bajas paternales iguales, pagadas y no transferibles en el sector público y privado que permitan la participación equitativa de las mujeres en el mercado de trabajo y la participación equitativa de los hombres en los cuidados y trabajo no remunerado.
  4. Recopilar y analizar datos de la implicación de hombres en su rol de padres para generar nuevas evidencias de lo que expone este estudio y mejorarlo.
  5. Lograr una transformación radical en la distribución de cuidados mediante programas con hombres y niños, que al igual que con mujeres y niñas, desafíen las normas sociales y promuevan la participación positiva en las vidas de los niños.
  6. Reconocer la diversidad de los cuidados que ofrecen los hombres y apoyarlos en todas sus formas.

 
Fuente: 

Levtov R, van der Gaag N, Greene M, Kaufman M, and Barker G (2015). State of the World’s Fathers: A MenCare Advocacy Publication. Washington, DC: Promundo, Rutgers, Save the Children, Sonke Gender Justice, and the MenEngage Alliance.