¿Cuándo y cómo surge Kiply? ¿Qué te lleva a crear esta herramienta?
A lo largo de nuestra experiencia profesional en distintos países tanto mi socio, Ricardo Cacheda, como yo nos dimos cuenta de que modificando algunos hábitos del día a día (revisar el correo electrónico demasiadas veces, reuniones poco eficaces, interrupciones, etc.) podíamos ayudar a las personas a ser más productivas. Además, detectamos que hay gente muy buena que no es capaz de demostrar lo que vale de forma objetiva y que, por lo tanto, no recibe el reconocimiento que se merece.
Estos fueron los dos motivos principales que nos llevaron a crear Kiply en el año 2011. Queríamos construir una herramienta que ayude a los profesionales a gestionar su tiempo y a aprender de forma personalizada, así como a evaluar de forma objetiva su desempeño. Todo esto con el objetivo de mejorar su productividad y, a la vez, su vida profesional y personal.
Lo que no se puede medir, no puede mejorar. Si queremos ser más productivos, tendremos que poder medir nuestra productividad. En este sentido, ¿cómo puede ayudarnos Kiply?
Kiply permite a los usuarios medir y analizar su actividad en tiempo real y de forma objetiva, proporcionándoles información constante sobre su rendimiento a través de distintos dispositivos. En base a los datos recogidos, nuestro sistema de Inteligencia Artificial actúa como un entrenador personal de productividad, ofreciendo ideas personalizadas a cada usuario para que aprenda y se supere día a día de forma divertida y con la máxima privacidad.
¿Cuál es la clave para crear hábitos productivos?
Cambiar hábitos nunca es fácil, sobre todo cuando llevamos años trabajando de la misma manera. Creo que la clave es la motivación: tener ganas de mejorar y de superarse a uno mismo nos hace tomar la iniciativa. Pero con eso no basta. Necesitamos mantener esa motivación a lo largo del tiempo y, para ello, es fundamental ver cómo progresamos y cómo esos pequeños cambios que hacemos en el día a día influyen en nuestros resultados finales.
Para mí crear hábitos productivos es similar a hacer ejercicio. Cuando sales a correr te motivas a medida que ves tu progreso y notas cómo mejora tu forma física. De la misma manera, cada vez que haces un pequeño cambio en tu rutina de trabajo, como por ejemplo revisar el correo solo dos veces al día, y a través de datos objetivos ves que influye de forma positiva en tu productividad, estás más motivado y te anima a seguir incorporando nuevos hábitos.
¿Qué aporta Kiply a la empresa y al trabajador?
Las empresas pueden evaluar objetivamente el rendimiento de sus empleados y retener el mejor talento, así como diseñar políticas de formación personalizadas que redunden tanto en la motivación como en la reducción de costes y la mejora de la productividad. Por su parte, los profesionales pueden medir y analizar cómo gestionan su tiempo a la vez que desarrollan sus competencias profesionales de forma divertida para mantener su empleabilidad.
Estamos convencidos de que con Kiply generaremos empleo más productivo y de calidad, así como un nuevo estándar de evaluación basado en la meritocracia y la objetividad que redunde en la conciliación entre vida profesional y personal y, por lo tanto, en una mayor riqueza para los profesionales, las empresas y la sociedad en su conjunto.
¿Cuáles son vuestros próximos retos?
Kiply está todavía en versión beta, así que nos queda mucho camino por recorrer. Nuestro principal reto en este momento es entender bien las necesidades reales de nuestros más de 1.500 usuarios. Solo así podremos crear una herramienta que realmente les aporte valor y que, como consecuencia, nos permita crecer y llegar a más profesionales.