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Conciliación laboral, ¿realidad o ficción? Desayunos con talento, de Isavia

A modo de introducción, puso el anuncio un anuncio de Puntomatic, que promovía el reparto igualitario de tareas en el hogar y presentó unos datos al respecto: aunque el tiempo dedicado por los hombres a las tareas del hogar ya no difiere tanto del que dedican las mujeres, sí lo hacen las tareas realizadas por cada género.

Además Gabriel puso encima de la mesa otros datos como el de las bajas de maternidad que, a pesar de que se pueden transferir al padre, solo en un 1,7% de los casos se hace. Algo parecido pasa con las excedencias solicitadas para el cuidado de hijos menores o familiares: 8.987 mujeres las solicitaron entre enero y marzo de 2015 frente a 711 hombres.
Carmen Polo, de Axa Seguros, que se mostraba descontenta con esta realidad, comentaba respecto a las excedencias que en muchos casos esto se debe a que el hombre cobra más y familiarmente acaba saliendo más rentable prescindir del sueldo de la mujer; además se ha encontrado con mujeres que le han dicho que su familia nunca entendería que fuera su marido el que se quedara en casa por un tiempo.
Yo he añadido que esto se solucionaría si hombres y mujeres tuviéramos las mismas posibilidades de llegar a un cargo directivo y además cobráramos igual por su desempeño. El otro día leía en especial dedicado a las mujeres de El Publicista que «los hombres solicitan un ascenso cuando creen cumplir el 60% de los requerimientos y las mujeres lo hacen cuando creen poseer el 100%».
Respecto a las bajas de maternidad, creemos que la solución pasa, como propone la PPiiNA, por unas bajas iguales e intransferibles para madres y padres. No supondrían la renuncia de la madre a estar con su hijo los primeros meses de vida para que pueda estar el padre y además no correría menos riesgo de ser discriminada por la maternidad.
Dejando a un lado el tema de las bajas de maternidad y volviendo al tema central del primer Desayuno con talento, «Conciliación laboral, ¿realidad o ficción?», Delia Carmona, de Sansumg, subrayaba que las empresas no son ONGs y si ponen en marcha medidas de conciliación es porque saben que un trabajador equilibrado y feliz es más productivo. Así mismo recordaba que la conciliación no solo cosa de madres y padres, porque llegada determinada edad, te toca cuidar a otros parientes. Además, conciliar también es tener tiempo para ti, para dedicar al ocio, formación o tareas de voluntariado.
Todos estábamos de acuerdo en que la medida estrella es la flexibilidad, tanto temporal como espacial, partiendo de la escucha, el diálogo, la negociación, la corresponsabilidad mutua de empresa y trabajador, respeto… En este contexto, nosotros hemos recordado nuestras iniciativas #salpuntual y #salantesdecurrar, en contra del presentismo y en pro del trabajo por objetivos respectivamente.
Carmen alertaba de los riesgos laborales del teletrabajo, que en muchos casos ha provocado por ejemplo insomnio crónico en empleados que disfrutaban del día y trabajan robándole horas al sueño.

Por su parte, desde el público, Rita Alonso, creadora de Dommuss, comentaba que el problema es que «los objetivos suelen ser subjetivos y no se saben cuantificar». Delia, obsesionada con la medición, disentía y explicó cómo medir algo tan subjetivo como el trabajo de un jefe, con encuestas de clima laboral, preguntando por ejemplo a sus subordinados si el manager le trata con respeto.


Para terminar, cada uno hemos resumido el evento en un tweet:
– Delia: Las claves de la conciliación son: escucha, flexibilidad y adaptación a los nuevos tiempos.
– Rosa: La conciliación es posible y rentable. De ti depende.
– Carlos: No te preocupes, ocúpate.
– Y el mío: Hay que difundir las historias ejemplares de conciliación. Y a las negativas, darles la vuelta.