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Los padres helicóptero y otras formas de sobreprotección

La metáfora “padres helicóptero” es una expresión que proviene del inglés (helicopter parent) y que apareció a principios de 1969 en el libro “Between Parent & Teenager” del doctor Haim Ginott, en el que un adolescente se queja sobre su madre diciendo “Mi mamá está sobre mí como un helicóptero…”.

La cita anterior proviene de la entrada en la wikipedia de Híper-padres que es nuestra adaptación del término padres helicóptero. Todavía aparece Juan de la Cierva como “padre del helicóptero” cuando buscamos por éste término (gracias Google).

Estos padres hiperprotectores marcan las vidas de sus hijos desde que nacen hasta que terminan en la universidad. Nos encontramos con diversos tipos de hiperprotección como por ejemplo allanando el camino de nuestros hijos para que ellos no se enfrenten a ninguna dificultad, evitando todo accidente posible sin dejarles jugar de forma libre o simplemente dirigiendo todo lo que hacen y apuntándoles a miles de extraescolares.

Estos hijos sobreprotegidos pueden obtener las notas más altas para su acceso a la universidad (misión del padre helicóptero cumplida), pero no tienen ni idea de cómo hacerse la comida ni de cómo tratar con sus compañeros. Es más, en situaciones extremas estos niños tienen miedo de salir a la calle solos, son más torpes y mucho más inmaduros.

Realmente no les estamos haciendo ningún favor, si no que estamos ganando tranquilidad nosotros…

Origen de los padres helicóptero

Las causas de este cambio de comportamiento tienen, cómo parte de su origen, la sociedad, ya que actualmente se tienen menos hijos con lo que se les protege mucho más de lo que hicieron generaciones anteriores; en el pasado, en entornos rurales menos agresivos , todo el pueblo “controlaba” a los niños, con lo que los padres los dejaban más libres porque sabían que iban a estar bien; además estamos sobreinformados, con lo que se acentúa ese afán de protección.

La otra cara de la moneda es el estado económico: en el los años 60 y 70 se llevaba ser permisivo, entre otras cosas, porque los trabajadores poco cualificados ganaban casi tanto como los cualificados, con lo que los padres podían permitirse fomentar la imaginación y la independencia frente a otros valores. Actualmente, con una crisis en la que hemos visto cómo crecían las desigualdades y no sabemos qué va a pasar, los niños que no logran completar su educación no pueden aspirar a una vida de clase media y por lo tanto los padres se vuelven helicópteros para que el hijo “haga lo que debe hacer”.

Nunca se debe hacer por un niño lo que él se siente capaz de hacer

Ya lo reclamaba para los niños María Montessori: “Nunca se debe hacer por un niño lo que él se siente capaz de hacer”. De entre todos sus “mandamientos-recordatorio” destaco el siguiente: “Debes estar dispuesto a ayudar si tu hijo busca algo, pero también debes estar dispuesto a pasar desapercibido si él mismo ya ha encontrado lo que buscaba”, y os invito a leer «educar en el asombro» del que ya hemos hablado en mamiconcilia.com.

Ya hemos hablado sobre las jornadas a las que sometemos a nuestros hijos y cómo el modelo de educación influye en esto de ser padres helicóptero (Educación en Finlandia). Teniendo en cuenta que esta hiperprotección agota tanto a padres como a hijos, que a nuestros hijos les impide aprender de la experiencia y coartamos su independencia, les debemos dejar hacer, dándoles responsabilidades, espacio propio y capacidad para tomar decisiones.

Nosotros seguimos siendo su primer modelo de referencia y, lo queramos o no, les estamos enseñando constantemente cómo ser cuando sean mayores, con lo que quizá debemos pensar un poco en nosotros mismos y en cómo nos educaron mientras pensamos en qué les transmitimos para lo que vendrá cuando sean adultos.


Fuentes:

  • http://www.huffingtonpost.es/2015/01/27/riesgos-sobreproteccion-infantil_n_6059926.html
  • http://www.elmundo.es/espana/2015/01/08/54ad87a422601d22208b4571.html
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Maria_Montessori

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