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Iván Ochoa
Nacido en 1978
Informático
1 hijo (2014)
https://papabichoraro.wordpress.com/
@papabichoraro
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Cuando se habla de conciliación, siempre me vienen a la cabeza dos preguntas ¿eso qué es? Y ¿de verdad existe en este mundo? Para contestar a la primera pregunta vamos a ver una de las definiciones de la RAE:
“Hacer compatibles dos o más cosas. Conciliar la vida laboral y la vida familiar”.
Esto me da un montón de respuestas a la segunda pregunta: en nuestra sociedad creo que es imposible hacer compatible la vida laboral y la familiar. Yo hace unos años en el trabajo estaba moviéndome de un cliente a otro en varios proyectos y tenía la suerte de que disponía de bastantes días de teletrabajo. Poco antes de nacer nuestro Peque me cambiaron a un cliente para un proyecto a largo plazo, ya llevo dos años y medio. Aunque ahora tuviese la posibilidad de realizar teletrabajo, realmente tampoco podría compatibilizar la vida laboral con la familiar, sólo habría sido posible los primeros meses del Peque, que como casi todos los nenes sólo comía y dormía. Ahora que se mueve a sus anchas por toda la casa, la única opción que tendría sería trabajar por la noche que es cuando él duerme, porque por el día sería imposible ya que alguna vez que intento ponerme con el ordenador, no me deja y casi siempre le tengo que tener en brazos para ver lo que estoy haciendo, es bastante curioso por no decir cotilla.
Al estar trabajando de forma continua en un cliente, tenemos una mezcla de normas entre las del cliente y nuestra empresa. Si alguna vez tengo que faltar, llegar más tarde o salir antes del trabajo por médico del niño, porque ha estado ingresado o alguna causa similar no hay ningún problema, pero si tengo que faltar porque Mami tiene alguna entrevista de trabajo, hay alguna fiesta en su cole, etc. también puedo hacerlo, pero… En este caso hay un pero, y es que las horas que falte las tengo que recuperar otro u otros días. Esto al final tiene sus consecuencias: si un día salgo antes tengo que entrar más pronto, trabajar hasta la hora de la comida (no me da tiempo a picar nada) y al día siguiente recuperar el tiempo del día anterior, lo que hace una jornada bastante pesada; si a estas horas se le suma el desplazamiento (que en Madrid es un infierno) y el tiempo de la comida, al final llego a casa justo (si llego) para el baño del Peque, cenar y los tres a la camita.
Un problema que veo en nuestra sociedad, y creo que es bastante grande, es que cuento mi situación y todo el mundo, un momento que piense… Sí, sí, todo el mundo me dice que tengo mucha suerte por poder acompañar a mi hijo al médico, por haber podido acompañar a mi Mujer a todas las visitas al médico antes del parto, etc. Si lo que yo tengo es mucha suerte, que no digo que no, ¿dónde está la conciliación en otros trabajos? ¿Realmente estamos luchando por algo que nos corresponde? ¿Por qué existe tanto miedo en acompañar al niño al médico? ¿Por si te despiden? Respecto a esta última pregunta, si me despiden, poco podré hacer salvo moverme lo que pueda y hacer ruido de que la causa ha sido que no he podido conciliar; sé también que eso me cerraría puertas en la búsqueda de trabajo. Sobre este tema quiero comentar que un despido en nuestra situación sería un gran palo. Como dice en el título “A Mami no le dejan conciliar”. Desde que se quedó embarazada no ha conseguido encontrar trabajo: tras una baja no la renovaron el contrato, hizo entrevistas pero como el Peque no iba a la guarde no la podían contratar porque la incorporación era inmediata, entrevistas a bolsas de trabajo que ha tenido que ir con el niño porque no eran nada flexibles en horario y si no asistías te sacaban de la bolsa, etc.
Para mí no existe la conciliación. Desde mi desconocimiento creo que si algo se puede acercar es si eres tu propio jef@, pero seguro que tienes que trabajar más horas, y como he comentado con el tema del teletrabajo lo más seguro es que sea por las noches después de un día intenso de jugar con tus nen@s y cuando ya estén dormid@s.
Lo único que espero es que en algún momento las luchas por la conciliación den sus frutos y sobre todo que los papás perdamos el “rol” que todavía tenemos de que “ayudamos en casa” y tener el de que trabajamos en casa como las mamás, y si se pone malo el niño no tiene siempre que faltar la mamá al trabajo, también lo puede hacer el papá incluso ser éste el que reduzca su jornada laboral, casos que ya sé que se dan pero todavía mucha gente lo ve como algo extraño.
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