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El tiempo, un bien preciado para viajar – Sonia Sereno (Makuteros)

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Sonia Sereno

Nacida en 1973

Economista, empresaria

2 hijos: Candela (2004) y Mateo (2007)

http://familyrun-makuteros.blogspot.com.es

@makuteros

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Un buen día, dejamos el trabajo, vendimos el coche, alquilamos la casa y nos fuimos 9 meses de viaje. Por aquel entonces teníamos 27 y 28 años, no teníamos cargas, pero aquello de dejar nuestros bien remunerados trabajos para irnos a viajar con mochila por el mundo, sonó a locura dentro del ámbito de nuestras familias. Sabíamos que a la vuelta no queríamos retornar a la vida de “ejecutivos” que llevábamos en Madrid, los dos teníamos formación empresarial y ya antes de irnos de viaje, hicimos un plan de negocio con la idea de montar nuestro hostel en Granada al volver a España. Después de los 9 meses de viaje llegamos a Granada y nos alojamos en un hostal muy básico los 2 primeros meses mientras buscábamos un inmueble que nos gustara para abrir el negocio. En esa época con decir tu nombre y apellido prácticamente conseguías la financiación para comprar una casa, así que fue fácil en este aspecto arrancar. Habíamos reservado un dinero que habíamos ahorrado para tener algo con lo que tirar a la vuelta. Así que con pocas cosas pero mucha ilusión, ideas y trabajo empezamos de cero con nuestro nuevo proyecto de vida.

Somos los dos autónomos. Tenemos nuestra propia empresa, un albergue mochilero en Granada, Makuto Hostel, que abrimos hace 12 años cuando este concepto era muy nuevo en España. Los primeros años, cuando nació Candela, vivíamos en el albergue y trabajábamos 24 horas allí los dos solos. No tenemos familia en Granada, así que era cómodo a nivel familiar, porque podíamos conciliar, cuidar de ella y trabajar, pero era muy exigente a nivel presencial. Pasados los 3 primeros años el negocio empezó a despegar y pudimos mudarnos a otra casa, separar el ámbito familiar del laboral, y contratar personal que nos quitara trabajo del día a día para poder conciliar. En esa época nació Mateo y, en paralelo, empezamos a estudiar audiovisuales.

Seguimos viajando pero pequeñas escapadas por España o viajes de un mes en pareja. Los niños se quedaban con los abuelos, en esa época eran los únicos nietos y estaban encantados de poder disfrutarlos porque no los veían a diario. Pasaron los años. Candela cumplió siete y Mateo cinco, era momento de hacer un gran viaje todos juntos.

Nuestro albergue no cierra nunca, son 24 horas, 365 días a la semana, así que para poder emprender esta primera ruta de seis meses por Asia con los niños, contratamos una encargada y le ofrecimos unas buenas condiciones; es nuestra mano derecha. Instalamos, en ese momento, un programa informático de gestión on line que nos permite, todavía a día de hoy, conectarnos desde cualquier parte del mundo y analizar cajas, informes, clientes… Cuando estamos de viaje tenemos reuniones vía Skype con el equipo. Ahora mismo ya no estamos presentes en el día a día del negocio, sino que nos encargamos de la gestión global y la resolución de problemas. Contamos con un equipo humano joven y motivado que lo hace de maravilla.

El viaje siempre está presente en nuestro día a día, si estamos en Granada estamos rodeados de viajeros y, si no, estamos viajando nosotros. Nuestro objetivo al entrar en el mundo audiovisual era poder comercializar nuestros viajes, ya que vimos una buena oportunidad de negocio con las nuevas tecnologías, Youtube, las redes sociales… que estaban empezando a despegar. Por otro lado, el hecho de tener un recuerdo imborrable de nuestros viajes con los niños fue otro motor importante. Sabíamos que eran pequeños y que, aunque la esencia del viaje iba a quedar en sus retinas, éramos conscientes de que iban a olvidar muchas cosas (tenían cinco y siete años entonces). Los vídeos eran una forma de inmortalizar los recuerdos.

Ya trabajábamos haciendo vídeos para algunas agencias de viajes y portales on line, pero eso nos daba un dinerillo que no cubría el gasto de una ruta de viaje tan larga. Así que inicialmente no vivíamos de viajar, sino que viajar nos costaba dinero, y nuestro albergue Makuto era nuestro principal sponsor. Ahora mismo puede decirse que viajamos gratis y además sacamos un dinerillo de ello, ya que todo el material grabado que veis en el programa de televisión es nuestro y la ruta la planificamos y organizamos nosotros solos. Esto lo hemos conseguido con mucho trabajo, tesón y no tirando la toalla, porque hay momentos en que no ves resultados y piensas en dejar de rodar tanto y simplemente viajar.

Creo que lo más complicado para poder hacer un viaje largo no es disponer de dinero, sino de tiempo, ese sí que es un valor preciado.

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