Con motivo del segundo Día sin cole del año, entrevistamos a Mónica Martín, coordinadora de actividades y eventos de Sonrisas, una asociación de ocio y tiempo libre para niños y adolescentes que nace en octubre de 2005, ante la continua demanda que existe de estos servicios en la sociedad en la que vivimos, dadas las dificultades para conciliar la vida laboral y la familiar.
Sonrisas nace en un contexto en el que gran parte de los jóvenes vive en la ciudad, con sus padres trabajando, sin muchas posibilidades de entrar y salir tranquilamente de casa, con un contacto mínimo con la naturaleza ni sus amigos más allá del ámbito escolar.
Actualmente está formada por 5 personas y un equipo de monitores que colaboran con ellos dependiendo de las necesidades, no solo en Madrid sino también en Valencia, Navarra y Zaragoza.
Unas 15 empresas participan en los Días sin cole que organiza Sonrisas para que los padres trabajadores de empresas puedan despreocuparse y confiar sus hijos a una asociación de confianza que se ocupará de su bienestar.
¿A qué se dedica Sonrisas?
Nuestra labor se dirige a entretener y divertir al niño, con juegos nuevos y juegos de toda la vida, a fomentar en el chaval la realización práctica de una serie de actividades que puedan contribuir a un buen desarrollo formativo y personal. Tratamos de propiciar que los niños descubran desde su experiencia personal el valor y el significado de la amistad, el compañerismo, el esfuerzo en equipo, el apoyo mutuo entre amigos, entre hermanos, con sus mayores y el respeto a la naturaleza, ya que el entretenimiento sin educación, no es un buen entretenimiento.
¿Cómo surgió?
Desde los 20 añitos, Alfonso Rivero y yo, los fundadores de Sonrisas, somos monitores voluntarios de diferentes asociaciones con niños de familias desestructuradas o con problemas de integración. Sobre todo colaborábamos, y lo seguimos haciendo, con la Asociación Valdeperales. Nuestras vacaciones y fines de semanas los dedicábamos a actividades de ocio y tiempo libre con estos niños, en campamentos en verano, convivencias, salidas de senderismo, video fórum y hasta clases de natación. Tras esta estupenda experiencia, decidimos hacer de nuestra vocación nuestra trabajo pero adaptada a familias y niños que no tuvieran estas carencias sino otras, como es el caso de la clase media, donde los problemas no son tanto de carencias afectivas o económicas como de conciliación y ocio individualizado, algo que cada vez se oía más en la calle, con amigos…. Comenzamos desde una habitación de nuestra casa manteniendo nuestros trabajos. Hoy en día nuestro ocio es nuestro trabajo.
¿Donde otros veían problemas vosotros visteis una oportunidad?
La oportunidad fue surgiendo porque veíamos como iba evolucionando la sociedad y las familias nos contaban cuáles eran sus necesidades. Comenzamos haciendo excursiones de senderismo los domingos y estas madres y padres nos transmitían sus angustias para conciliar sus horarios laborales con los de sus hij@s. A partir de aquí se nos empezaron a ocurrir alternativas, tanto los días sin cole y vacaciones como las tardes de aquellos niños que sus padres no llegaban a casa hasta las 20 h y “se pasaban la tarde con una ‘cuidadora’ a la que tomaban el pelo con los deberes” (esto es una anécdota que nos contaba la madre).
¿Cómo os acercáis a las empresas? ¿Cuál suele ser su reacción?
En un primer momento fue a “puerta fría” y la verdad que sin mucho éxito: no lo entendían o les parecía muy complicado; otros entendían que se trataba de un problema personal de cada familia y que la empresa no debía de inmiscuirse, que cada uno solucionase sus problemas como se había hecho toda la vida. En fin, faltaba una “educación en conciliación familiar y laboral”, nos era muy complicado pasar de la secretaria en muchas ocasiones. Fue gracias a un amigo que nos recomendó para realizar allá por el 2006 una fiesta de Navidad para los hijos de los empleados con la empresa Editorial Francis Lefevbre y tras ser un éxito les propusimos esta iniciativa. No tardaron en acogerla de buen grado, sobre todo una madre que se encargó de ser la abanderada y motivar a sus compañeros. La empresa, al ver que había demanda, apoyó esta iniciativa subvencionando el transporte y parte del coste de la actividad. Contribuimos a disminuir el absentismo laboral en estos días: había muchas mujeres en esta empresa y siempre se pedían días libres en los días no lectivos. Los empleados valoraron mucho el esfuerzo que la empresa realizaba en temas de conciliación. El caso es que empezamos y continuamos con ellos hasta que llegó la crisis.
En este periodo encontramos a la fundación Más Familia y gracias a su maravilloso trabajo en conciliación encontramos en ellos un “hermano mayor”; ellos lo integraron dentro de alternativas para las medidas de conciliación y pudimos pertenecer a las efr (empresas familiarmente responsables) y nos dieron difusión con otras efr para que conocieran esta iniciativa.
Por fin se pudo materializar con otras empresas y la verdad que esto ya ha sido de gran ayuda para presentarnos a otras entidades junto con el “boca a boca”.
¿Qué tipo de actividades proponéis para los Días sin cole?
Los días no lectivos (5 días al año) proponemos excursiones a centros de ocio donde se convine la diversión y la educación. Tenemos muy en cuenta lo que nos piden los niños, por ejemplo, ir a Micropolix, Parque de atracciones, actividades en la nieve (Xanadú), multiaventura, y otras más educativas como Peque Vial, la Nasa, Granja apícola, Safary Park, Faunia… Intentamos variar cada año aunque los clásicos no los podemos cambiar: los peques no nos lo perdonarían.
En las vacaciones escolares de Semana Santa, Navidad o verano ofrecemos campamentos en nuestras instalaciones de Las Rozas y Madrid para niños desde 3 añitos hasta 12, separados por grupos según edad, con rutas para las empresas y campamentos de verano.