En mayo, viendo acercarse el verano, buscaba la forma de mantener viva la energía del Grupo de escritura que arrancamos hace ahora un año, de un modo que me permitiera romper con la rutina del curso, que me exige entre otras cosas la lectura obligatoria de un libro, pensar y hacer ejercicios y reunirnos cada 15 días.
Durante el curso, habíamos tenido una charla muy interesante con el escritor Rafa Caunedo, el primer #papiconcilia, y otra con la doctora Dra Carla Méndez, que acababa de publicar el libro «Despídete del dolor«. Se me ocurrió que podía organizar durante el verano unas “Veladas inspiradoras” con personas del mundo editorial que compartieran su experiencia.
Rápidamente empezaron a venirme a la mente nombres de posibles invitados. Les contacté y todos dijeron que sí. La idea era tener una Velada inspiradora cada dos semanas. El calendario cuadró a la primera.
Creé un cartel y lo compartí con el Grupo de Escritura. Había suficientes personas interesadas y también dos de ellas con ganas de compartirlo con sus contactos. La iniciativa salió adelante.
Nuestra primera invitada fue Cristina Amor, con una charla titulada “De la novela histórica a los cuentos infantiles o cómo adaptarse y fluir con la vida”.
Cristina nos contó lo difícil que es escribir cuando tienes hijos pequeños. “Cada vez que me ponía, tenía que releer todo lo escrito para saber por dónde iba. Luego me quedaba dormida en el teclado”. Sin embargo, ella necesita escribir y encontró la forma de seguirlo haciendo. Lo importante es disfrutar escribiendo y tener claro lo que quieres conseguir con lo que escribes.
Durante los años más intensos de la maternidad, Cristina escribió varios libros infantiles y también unas cartas a su hijo, recogidas después en el libro “Lo que des-aprendí de las fabulosas opiniones de los demás”.
Uno de los objetivos de las Veladas inspiradoras era transmitir que si otros pudieron, yo también puedo. Y con Cristina Amor lo conseguimos.
En esta primera Velada descubrimos que entre las nuevas compañeras del grupo contábamos con María José Ruiz, editora. La segunda charla corrió a su cargo. Se tituló “Procesos de edición y sugerencias para publicación”. Pudimos conocer mejor el trabajo que realiza una editorial y los distintos perfiles implicados. También nos explicó las distintas vías para publicar un libro y, en su opinión, las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas: autopublicación, co-edición y publicación tradicional. “Se nota cuando no hay un editor ni corrector de estilo detrás de una publicación”. Además María José compartió anécdotas de los inicios de autores conocidos, como Almudena Grandes, Carmen Laforet o Ildefonso Falcones.
Dos semanas después, nos acercamos al género del relato de la mano de Juan Casamayor, editor de Editorial Páginas de Espuma, en una charla titulada “Vivir del cuento”. Como lectura imprescindible para alguien que quiera escribir relatos, recomendó entre otros los 5 volúmenes de la antología “Pequeñas resistencias”.
Juan nos reveló dos de los ingredientes principales de un buen cuento: la capacidad de elipsis y los silencios. “Escribir un cuento es saber guardar un secreto. Un relato es un pacto de lectura entre el lector y el escritor”.
Llegamos a mediados de agosto con la charla de Sarah Babiker, titulada “Escribir la ciudad, plasmar lo cotidiano”. Sara nos contaba que siempre había tenido presente la pulsión de escribir, con temas que se repetían, como precariedad, barrio, injusticia, feminismo…
En 2024, verá publicada su primera novela «Café abismo» y también un ensayo. Además prepara un poemario y trabaja ya en su próxima novela. “Con dos hijas me costó trabajo escribir. Aprovechaba los findes que no estaban e hice algún retiro a otra ciudad como compromiso social para conseguir un tiempo propio para escribir. Una vez que compruebas que escribir es posible, escribes más”.
Sara, que contó con la ayuda de una “doula literaria” para empezar su novela, compartió uno de sus consejos con nosotros: Empezar escribiendo un resumen del libro, el primer capítulo, la estructura, los protagonistas y la contraportada.
También nos recomendó un par de libros que seguramente leamos y comentemos este año en el Grupo de escritura: «Pájaro a pájaro”, de Anne Lamott y “Un cuarto propio conectado. (Ciber) espacio y (auto) gestión del yo”, de Remedios Zafra.
Beatriz Osa, autora de “Olor a muerte en Pioz”, protagonizó la quinta Velada inspiradora, titulada “Escribir sobre la cruda realidad”. Desde el coche, mientras volvía de cubrir uno de los crímenes del verano, nos explicaba los retos a los que te enfrentas cuando escribes true crime. “Escribo para tele. Estoy acostumbrada a recortar. Escribir más de página y media sobre el crimen de Pioz, sin ficcionar nada, era un reto. Tienes que trabajar con cuidado, no puedes inventarte nada. Quería que cuando lo leyeran los familiares, sintieran que lo he cuidado”.
Le ayudó tener claro lo que quería contar y tener presente la necesidad que estaba cubriendo con este libro: “No deja de sorprenderme que haya gente que vea sucesos. Pero la hay y en estos programas hay cosas que no se cuentan. Este público quiere saber más. De ahí la importancia del libro”.
Las Veladas inspiradoras terminaron con una charla titulada “Escribir desde el propósito, a cargo de Tony Estruch, autor de “Los secretos para dejar de sufrir”, “Geniotipo: descubre al genio que hay en ti” y “¿Para qué he venido a este mundo?”.
Nos contaba que su primer libro surgió como una forma de vomitar su master en fracaso. En las tres últimas páginas, hablaba del Geniotipo. Los que lo leyeron, le dijeron que estas páginas eran lo mejor del libro. Entre ellos estaba Francesc Miralles, autor del bestseller “Ikigai, los secretos de Japón para una vida larga y joven”, que se convirtió en su mentor para escribir y publicar sus dos siguientes libros. “Si la vida te pone un ángel en el camino lo tienes que aprovechar. Me dejé guiar”.
Un contrato firmado con Planeta le empujó a escribir su segundo libro en 48 horas. “Lo tenía todo en la cabeza”.
Tony nos dio un consejo final: “Si cuando estás escribiendo pierdes la noción del tiempo, no dejes de publicar un libro”.
En palabras de los asistentes, las Veladas inspiradoras han sido refrescantes y potentes. Las veladas inspiradoras han sido una suma de ideas complementarias, aprendizaje, motivación, estimulación, un chute de energía, y esperanza, sentir que todo es posible, “incluso escribir un libro”.
Habrá más Veladas inspiradoras, así que, si tienes interés en participar como asistente o invitada/o, rellena el siguiente formulario: https://forms.gle/wpjotyY2FbRwmo9TA
Y si te apetece sumarte al Grupo de escritura, para vencer bloqueos, crear el hábito de la escritura y disfrutar escribiendo tienes toda la información aquí.