Ayer participé en una mesa redonda sobre lactancia y conciliación en el Primer Congreso Suavinex “Disfruta tu lactancia”, junto a Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres; Carme Chaparro, presentadora y editora de fin de semana de Informativos Telecinco; e Ibone Olza, psiquiatra, profesora consultora en salud mental perinatal del Comité Técnico de la Estrategia de Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad.
Empezamos compartiendo cada una nuestra experiencia de lactancia y conciliación. Me encantó el testimonio de Ibone Olza porque me sentí muy identificada con ella. Contaba que con cada uno de sus tres hijos la experiencia de lactancia fue muy diferente. Con la tercera descubrió que una vez incluida la alimentación complementaria la lactancia se hace mucho más llevadera e incluso placentera. Reivindica el derecho a disfrutar libremente de nuestro cuerpo. Ella lo llevó en secreto hasta que se produjo el destete y entonces empezó su activismo. Como psiquiatra temía que le juzgaran: “Te va a salir un niño dependiente, un psicópata… En psiquiatría se juzga mucho a las madres. Somos culpables de todo”.
La crítica y el complejo de mala madre también tuvieron un importante protagonismo. De esto precisamente iba nuestro post de ayer.
Centrándonos en la conciliación, pusimos encima de la mesa temas para nosotros muy interiorizados pero que que no viene mal recordar y repetir porque no todo el mundo los tiene tan claros.
Todos necesitamos conciliar y no solo por una cuestión de cuidados sino para realizarnos como personas en todas las facetas de nuestra vida. Si nos centramos en el tema de los cuidados no podemos limitarlo solo a los hijos, sino tener en cuenta también a los mayores y dependientes.
Para avanzar en materia de conciliación, es necesario fomentar la corresponsabilidad entre hombres y mujeres, así como reducir la brecha salarial y aumentar la presencia de mujeres en cargos directivos. “Los grandes hombres de éxito tienen una mujer detrás que les solucione la intendencia en casa; las grandes mujeres de éxito no tienen un hombre detrás que se encargue del hogar”, comentaba Carme Chaparro.
También se habló de la necesidad de alargar los permisos de paternidad. En este punto, Ibone Olza no ve tan necesario que sean iguales e intrasferibles, como defendemos la PPiiNA, Maslasmadres y nosotros, y propone sin embargo que no sea necesario disfrutarlos nada más nacer el bebé. Tal vez así sea más llevadero para las empresas. Además explica que, dado que el cerebro de la mujer y el hombre son diferentes, la mujer es más necesaria al principio, aportando ternura y consuelo, y el padre después, a partir del año, para la exaltación, el juego y su salida al mundo. Señala que es muy bonito cuando las hormonas masculinas y femeninas se sincronizan.
La necesidad de racionalizar los horarios y acabar con el presentismo también tuvieron su protagonismo. Aproveché para hablar de nuestra iniciativa #salpuntual.
Por último destacaría dos ideas expuestas por Ibone Olza que comparto y apoyé en el debate. En primer lugar, los niños son las principales víctimas de nuestras dificultades para conciliar. Los niños no necesitan bienes materiales sino presencia. La ausencia de los padres les lleva a tener depresión, trastornos del sueño y trastornos de la alimentación.
En este sentido hablé de la necesidad de hacer entender a los políticos que aparcar a los niños no es conciliar. Es solo una solución cortoplacista para que los padres puedan cumplir con sus obligaciones laborales. Pero lo que tenemos que pensar en solucionar es que el trabajo no sea incompatible con hacernos cargo de nuestros hijos, nuestros mayores o nuestra propia vida.
Aproveché para desmentir que sea mejor tiempo de calidad que cantidad. En nuestra opinión la cantidad es necesaria y la calidad no siempre es tal porque con el agotamiento de 12 horas fuera de casa más la preocupación de todo lo que nos queda por hacer tanto en el trabajo como en casa es complicado estar al cien por cien para ofrecer ese tiempo de calidad que merece nuestra gente.
Por eso Ibone nos llamaba a la reflexión: Conciliar sí, pero ¿para qué? “Hay otra forma de vivir, reduciendo gastos, consumiendo menos, situando a las personas en el centro”.
Estamos totalmente de acuerdo. He insistido en esta idea desmintiendo que el trabajo dignifique al hombre. Por muy vocacional que sea tu trabajo (como me apuntaba Laura Baena) seguro que si nos paramos a pensar encontramos otras cosas que nos realicen más como personas que el trabajo en sí, como la implicación en un proyecto social o nuestra formación. Les he remitido a la entrevista de Tomàs Font, de Wolter Kluwer, en #papiconcilia directivos: “En el ámbito profesional es fácil descubrir las ventajas de la entrega porque los resultados son a corto, vienen antes; en el caso de la vida familiar, esos resultados vienen más tarde, el tiempo que hay que invertir es superior y debes tener claro el destino que persigues”.
Para terminar, he insistido en nuestra responsabilidad social individual para cambiar las cosas.
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En el Primer Congreso Suavinex: Disfruta tu lactancia se presentó la nueva gama de productos Link. Podéis ver el anuncio en nuestro post sobre publicidad y conciliación.