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Pame Cepeda
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Emprendí con mi hija
Esta no es una historia común de conciliación. Por suerte para mí, para la vida de mi hija y la de mi familia, nunca pasamos por un despido por baja maternal/paternal, ni por reducciones de jornadas, ni siquiera por renunciar “libremente” a un ascenso.
Pero sí es una historia de conciliación contada desde otra perspectiva, cuando se busca la conciliación en el plano personal estando en el plano familiar. Me explico.
Cuando llegó mi hija, mi marido y yo nos encontrábamos en el paro. En esa situación “conciliar” parece muy sencillo: ninguno de los dos teníamos que hacer malabares con nuestro tiempo para estar con la pequeña, no teníamos que renunciar a nada. Cada vez que oía testimonios de madres que tenían que dejar a sus hijos pequeños en guarderías porque tenían que volver a trabajar, no podía hacer más que llorar y agradecer que yo sí podía disfrutar de mi hija todo el tiempo, de vivir mi maternidad como quisiera, con tranquilidad y tiempo. Me daba cuenta de lo afortunada que era de verla crecer, caminar, sin apuros, sin sobresaltos.
Pero a medida que pasaba el tiempo sí que iba sintiendo que me faltaba mi conciliación, mi tiempo, mi espacio. Sentía por dentro unas ganas enormes de crecer profesionalmente, de hacer algo. De estudiar, de aprender, de emprender. Empecé como muchas madres con un blog, queriendo compartir mi experiencia. Fue el primer acercamiento a la confrontación de “no tengo tiempo para escribir ni una línea”. Fue el primer acercamiento de saber que tenía que aprovechar cualquier segundo de siesta de la pequeña para escribir en el blog.
A medida que mi yo materno maduraba, también lo hacían mis inquietudes. Y cuando la pequeña tenía 2 años empecé a sentir con más fuerza que tenía que hacer algo por mí. Había disfrutado dos años maravillosos con ella, de descubrimiento de mí misma, pero sentía que ya era tiempo de emprender algo que en esos momentos no sabía qué. De alguna manera tenía que buscar la forma de sentirme plena como mujer, porque ya lo sentía como madre, y esa misma felicidad la quería en mi vida profesional y por lo tanto en la personal. Necesitaba “conciliar mi tiempo”.
Empecé a vivir de primera mano algunos de los problemas de conciliar: ¿Cómo descubro, como estudio, como investigo, si tengo una pequeña que no me deja ni abrir el portátil? Desde ese minuto, el tema de la conciliación me interesó muchísimo, incluso llegué a #mamiconcilia para no irme, y ahora sin proponerlo estoy aquí contando mi historia.
Me di cuenta que lo que andaba buscando para mi vida profesional lo tenía frente a mí. Y lo que hiciese tenía que ir dirigido a apoyar/ayudar a las madres a tener tiempo para ellas, que pudieran gestionar su vida profesional y familiar sin mayores compromisos o renuncias. La situación actual sobre los problemas de conciliación tiene que empezar a cambiar, y me di cuenta que quería tener un papel activo en ello.
La creación de un espacio de coworking Family-Friendly fue la respuesta que pude dar a estas cuestiones. A través de este espacio las madres/padres profesionales podrían seguir trabajando sin tener que alejarse de sus pequeños, que es cuando más nos duele.
No fue fácil llegar a la idea, más bien desarrollarla. Estuve dos años estudiando, escribiendo, investigando, llevando conmigo a mi hija en sus primeros meses a cuanta institución, charlas, conferencias, hubiese. Incluso buscaba una forma, un espacio que me permitiese trabajar sin alejarme de ella (que por supuesto no existía). Cada vez me sentía más conectada con las realidades de otras familias que luchan por buscar el equilibrio en sus vidas.
Emprendí con mi hija, emprendo con ella. Y sí, es cierto, ahora no necesito un espacio donde trabajar sin alejarme de mi hija, pero sí existe esta nueva opción a la conciliación para muchas familias. Una opción que a mí me hubiese gustado disfrutar, CoFamily Coworking.
Animo a todas las familias a que viváis la maternidad/paternidad plenamente. Es difícil, sí, muchas veces. Pero tiene cuestiones maravillosas como el poder replantearnos nuestras vidas. Es el momento ideal para repensar sobre nosotros mismos. No dejéis vuestros sueños, no alejéis a vuestros hijos e hijas de ellos. También conciliemos para nuestros hij@s, para que ell@s también tengan tiempo de estar con su familia, sus pa/madres.
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