Testimonios sobre conciliación

Un hueco de dos años en el curriculum

Raquel Serrano

Nacida en 1981

1 hijo, nacido en 2018

Ingeniera y Consultora de sostenibilidad

¡Hola! Soy Raquel, ingeniera industrial, madre y consultora de sostenibilidad (este es el orden cronológico de mi currículum). Vine a Alemania hace casi 15 años a trabajar como ingeniera en el mundo de la automoción. Grandes marcas, grandes coches, carrera profesional despegando, y el tema de la maternidad podía esperar. Y por supuesto, cuando llegara, no iba a influir en mi profesión. Pero la verdad que no hizo falta que llegara la maternidad para que mi camino en este sector saltara por los aires. Hicimos un viaje por Indonesia y mis prioridades cambiaron.

Decidí redirigir mi trayectoria profesional. Busqué un master en gestión medioambiental que fuera compatible con mi trabajo y también fue durante esa época cuando el feminismo entró en mi vida. Cada vez el choque de mis valores con los de mi trabajo en el mundo de la automoción eran mayores. Me estaba ahogando, pero no me atrevía a soltarlo mientras no terminara mis estudios. Hasta que me quedé embarazada y sufrí un aborto. Nunca volví a la oficina.

Dejé el trabajo con el firme propósito de finalizar el máster y buscar un trabajo que estuviera alineado conmigo, con mis valores, y me permitiera desarrollar una tarea que de verdad me importase. El mismo mes que entregué el trabajo fin de máster, me quedé embarazada de mi hijo. Estaba ya en contacto con una empresa que trabajaba temas de sostenibilidad, y supuse que para este tipo de empresa estar embarazada no iba a suponer ningún problema. (Otro día te hablo del pilar social de la sostenibilidad). Pero encontraron un perfil mejor. Me apunté al paro y me dijeron que no merecía la pena buscar trabajo estando embarazada… ¿Qué estaba pasando? 

En cualquier caso, mis últimos años en la automoción, compaginándolo también con los estudios, habían sido muy duros, así que tomé la invitación y decidí usar los meses del embarazo para mí, para prepararme como madre y para seguir formándome en temas de sostenibilidad. Entré en la maternidad totalmente consciente y calmada. Había aprendido a organizarme el día a día, sin tener horarios estrictos, sin tener que ir corriendo a una oficina. Había aprendido a fluir, a salir a pasear, a cuidarme… Soy consciente de que fue un privilegio.

Mi hijo nació y yo estaba inmensamente feliz. Cuando se acercaban sus cuatro meses, y pensaba que en España lo tendría que llevar ya a la guardería, se me hacía muy duro. Pero también comencé a darme cuenta de que necesitaba, poco a poco, ir haciendo otras cosas. Ir teniendo otras conversaciones. ¿Sería posible tener un trabajo remunerado de tan sólo un par de horas al día que me permitiera seguir estando al lado de mi bebé? Imaginaba que no, así que yo seguía compaginando mi maternidad con más formación.

Cuando mi peque tenía 7 meses, me llegó la primera oportunidad de hacer una entrevista. Estoy de acuerdo en que no fue la mejor entrevista de mi vida. Estaba desentrenada, pero surgió la pregunta de “Y siendo madre de un niño pequeño, ¿qué pasaría si tuvieses que viajar de vez en cuando?” Aluciné un poco con la pregunta. Por supuesto, no me dieron el trabajo. También encontraron un perfil mejor.

Sabía que no iba a ser fácil encontrar trabajo, porque quería cambiar de sector. Además quería buscar un trabajo de máximo 30 horas semanales y todos los trabajos que encontraba en jornada reducida, eran para tareas que desde luego no requerían ser ingeniera, ni tener máster, ni los 38 millones de cursos que yo había hecho. Pero lo que más me preocupaba era qué poner en ese hueco de ya 2 años que tenía en el CV. Algunas de las personas expertas en recursos humanos con las que hablé, me recomendaron “camuflarlo” para que no fuera tan obvio.

Pero yo no estaba de acuerdo. Me había dedicado principalmente a la crianza, y para mí, había sido un trabajo. Aunque no me hubiesen pagado por ello. Era una experiencia más que podía aportar a mi currículum. Estaba segura de que tenía que haber otras opciones para incluir este tiempo y encontré la página de The Pregnancy Pause y su perfil de empresa en Linkedin, el cual te permitía poner en tu perfil de Linkedin el tiempo que habías estado dedicada a la maternidad y crianza en exclusiva, y poner este sitio como si fuera el lugar en el que habías trabajado.

Me pareció una idea genial, pero su reivindicación estaba muy contextualizada en la situación de EEUU donde no existe ningún tipo de baja maternal. Así que, aunque el fondo era el mismo, el no dar valor a la maternidad, no era exactamente mi reivindicación. Busqué más opciones, pero no encontré nada. Así que con la ayuda de mi hermana, decidí crear mowom, (de MOther’s WOrk Matters). Y así me presenté a los procesos de selección, con mi puesto de Madre en mowom.

mowom era el lugar que daba valor económico, social y emocional a la maternidad y la crianza, y para mi existían dos caminos que debían ir de la mano. Por un lado, que las mujeres incluyesen el tiempo que hubieran dedicado a la crianza, total o parcial, en su CV como una experiencia o un cargo más. Una etapa en la que habían mejorado o desarrollado nuevas habilidades profesionales y que podían ser muy útiles en el mundo laboral remunerado. Por otro lado, sensibilizar y educar a las empresas para que tuvieran en cuenta estos perfiles y para que implanten políticas que faciliten el compaginar el trabajo en empresa con el trabajo en casa (o simple y llanamente, con la vida), y que por supuesto, esté dirigido tanto a hombres como a mujeres.Mi puesto como Madre no pasaba desapercibido. En muchos de los procesos de selección en los que estuve las personas de RRHH me decían que les parecía una idea genial. Pero ni yo encontraba trabajo ni otras mujeres se animaban a ponerlo en su CV, así que se quedó ahí, parado. Con el tiempo, 3 mujeres en una situación similar a la mía y buscando una solución también similar, encontraron mowom en Linkedin y quisieron saber más. Con este impulso, y ahora sí como Consultora de Sostenibilidad, decidí retomar el proyecto y el contacto con #mamiconcilia. ¿Te animas a ser parte de la continuación de esta historia?

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