Tengo un amigo cocinero, con una Estrella Michelin nada menos, que hace un año decidió salir del restaurante en el que estaba (porque no era suyo, sino que trabajaba en él) para volar por su cuenta. En pocas palabras, se hizo autónomo. Hoy, 365 días después, sigue yendo de cabeza, no sabiendo si decir SÍ o NO a propuestas de clientes diversos y absolutamente desbordado por el día a día.
- El domingo por la noche usa 15 minutos para planificar tu semana. Te facilitará el inicio de tus tareas el lunes, te evitará la tensión de no saber si llegas o no a todo y te predispondrá para ser consciente del esfuerzo laboral que debes afrontar en cada jornada.
- Ponte un número de cosas que puedas hacer y unos horarios cumplibles. SI debes entregar un informe largo a las 11 no te pongas luego una reunión en la otra punta de la ciudad a las 11:30 porque no llegarás, te agobiarás y acabarás descuadrando la planificación.
- No hay que llenar todos los días con 20 tareas. Entre otras cosas porque no hay 20 tareas que hacer al día. No te sientas culpable por ello, porque ya no tienes que seguir un horario (ver post anterior donde hablamos de deslinealizar el mismo).
- Los mails y los WhatsApp no se inventaron para ser contestados de inmediato, porque si alguien tiene una urgencia te llamará. Busca un hueco durante la mañana y otro por la tarde para responderlos. Verás que ganas en eficiencia y que ninguna empresa quiebra por ello.
- Si un día has acabado pronto, PARA. Entiendo que en una oficina, como cuando esto ocurre no tienes más remedio que seguir delante del ordenador, no puedas hacerlo (aunque los cigarritos, los cafés, los aperitivos… no dejan de evidenciar que la cosa está terminada) pero en la tuya sí. Has hecho lo que tenías que hacer. No sigas. No adelantes faena. Nadie ganó días libres por hacer esto… Nunca.
- ¿Tienes cinco llamadas que hacer? Agrúpalas todas, sal a la calle y hazlas mientras das un paseo. Ahorrarás tiempo, respirarás aire puro y seguramente te vengan a la cabeza soluciones que no aparecerían mirando a una pared.
- Si tienes algo importante que escribir o realizar, desconecta los datos del móvil. Te sorprenderá lo eficiente que puedes llegar a ser sin interrupciones y descubrirás al encenderlos de nuevo que puedes gestionar lo que te piden por ese canal en menos de 10 minutos.
- Como nadie te vigila, tenderás a trabajar hasta tarde porque te sentirás culpable. La pregunta es ¿por qué, si has acabado lo que te han pedido o lo que tú te habías propuesto?
- Usa el viernes para hacer informes de todo lo conseguido durante la semana. Ayudará a las personas que te hayan contratado de forma externa a valorar tu labor y a ti a darte cuenta del currazo que te has pegado.
- Y, como último consejo, GANA 19 minutos viendo la charla TED de Jason Fried titulada ‘Por qué el trabajo no ocurre en la oficina’. Después de eso, lo entenderás todo
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