Actualmente, tener hijos se ha convertido casi en un lujo, con un gasto en guarderías que cuestan alrededor de un 30% del sueldo medio, las bajas de maternidad y paternidad son de las más bajas de Europa y las instituciones del mercado de trabajo son rígidas y no favorecen la conciliación, con lo que se está obligado casi a pagar a otros para que cuiden a nuestros hijos.
Los cambios tecnológicos han hecho que las mujeres y hombres tengan papeles iguales, ya no importa la fuerza, si no que lo que cuenta para la economía es el intelecto, llevar la casa entre ambos es posible gracias a los electrodomésticos y otros avances del hogar, y mediante los métodos anticonceptivos, la mujer puede planificar su carrera profesional.
De este modo no es de extrañar que muchas mujeres, obligadas a elegir, opten por su carrera profesional.
Para las que optan por tener una familia, las condiciones laborales se han degradado desde que comenzó la crisis de modo que muchos hogares viven en condiciones precarias: uno de cada tres niños vive bajo el umbral de la pobreza.
Los niños dentro del modelo familiar actual
Si tenemos en cuenta que en los primeros años del niño es cuando se forman tanto las capacidades intelectuales como las socio-emocionales y que las desigualdades vividas por nuestros hijos (las diferencias en los entornos familiares) los marcarán a lo largo de su vida, tenemos un gran problema y deuda con las generaciones futuras.
Los estudios muestran que la inversión para que los niños obtengan habilidades en la primera infancia es una de las pocas inversiones que se paga por sí misma, es decir, se recupera con los impuestos que pagarán como trabajadores.
De hecho, el estado de bienestar se basa en algo parecido, las pensiones de los jubilados de hoy se pagan con los salarios de los trabajadores que serán los jubilados de mañana y esto supone que deben existir niños para el futuro y hombres y mujeres trabajando ahora y cuanto más productivos sean, mejor.
Políticas para el modelo familiar actual
Las políticas que pueden solucionar la desigualdad y pobreza infantil son las mismas que solucionan los problemas de sostenibilidad del modelo de bienestar actual y quien mejor lo está haciendo ahora mismo, o quienes están implantando estas soluciones con éxito, son los países nórdicos, de los que ya hemos hablado en otros artículos. Las medidas más importantes implantadas para obtener soluciones no son por lo tanto las medidas de austeridad propuestas, sino bajas de paternidad y maternidad intransferibles, regulaciones que permitan la flexibilidad de horarios, y guarderías total o parcialmente gratuitas en las etapas de 0 a 3 años.
De este modo lograremos reducir las desigualdades y que nuestros hijos partan de la casilla de salida con las mismas oportunidades que el resto, mientras que el trabajo de ser padre o madre, actualmente uno de los peores remunerados y con más dificultades, se facilite ya que es uno de los más necesarios y más productivos por lo necesario que se torna para el mañana.
Fuentes:
- http://politikon.es/temas/gid/
- http://www.catarata.org/libro/mostrar/id/1060
- http://transparent.upf.edu/
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