Este año he tenido el honor de formar parte del jurado de la sexta edición del Concurso escolar “¿Cuánto tiempo tienes para mí?” que organiza ARHOE.
Objetivos del Concurso ARHOE
Los objetivos de este concurso son:
- concienciar sobre la necesidad conciliar vida personal, familiar y laboral.
- recoger el sentir de las familias y colegios desde la óptica de los niños
- conocer qué actividades les gustaría a los niños hacer con sus padres si llegaran antes de trabajar
- defender la necesidad de que los padres salgan antes del trabajo
¿Qué se valora?
En el Concurso ARHOE ¿Cuánto tiempo tienes para mí?, hay dos categorías: de 6 a 12 años, que tienen que hacer un cartel publicitario, y de 12 a 16, que entrevistan a sus padres.
Se valora:
- la imaginación del trabajo
- el grado de protagonismo de los padres en las actividades propuestas por los hijos para los ratos que pasen juntos
- la claridad y corrección expositivas
- la importancia concedida por el concursante a la conciliación
¿Cuánto tiempo tienes para mí?
Empezamos juzgando la categoría de 6 a 12 años. Los trabajos nos impactaron mucho a todos los miembros del jurado. José Luis Casero, Presidente de ARHOE, nos comentaba al comenzar que en una edición anterior el premio había quedado desierto porque el mensaje que más repetía era: “Quiero que mis padres trabajen más para que tengan más dinero y me compren más cosas”. En esta edición el mensaje era totalmente diferente: “Paso menos tiempo del que me gustaría con mis padres”.
En varios dibujos se repetía la escena de el niño durmiendo cuando sus padres salían de cada y también cuando regresaban. En concreto nos impactaron mucho tres dibujos:
- uno con 4 viñetas en la que los electrodomésticos hacían el papel de madre/padre: un post it en el microondas le recordaba a la niña qué podía tomar de desayuno, otro en la nevera qué comer, otro en la tele que tenía que estudiar…
- otro con una niña tirada en el sofá, dando a entender que se quedaba dormida esperando la llegada de sus padres.
- y por último, uno de una niña acostándose, que le da las buena noches a su osito de peluche, en cuya cara ha pegado la cara de su madre. El dibujo se titula: “no estoy loca, estoy sola”.
Otra idea que se repetía y me impactó bastante es la de la conciliación tecnológica, padres presentes físicamente pero ausentes para sus hijos por estar absorbidos por la tecnología: “Papá, deja el móvil y hazme caso”.
En este panorama desolador, destacaban los trabajos de hijos de autónomos o padres no trabajadores, que valoran y agradecen la presencia de sus padres al compararse con sus compañeros de clase.
Entre las actividades que proponen los niños para el tiempo libre en familia destacaban las desarrolladas al aire libre y alrededor de la mesa.
La categoría de 12 a 16 la disfruté menos porque había que leer en vertical. Era un material como para leerlo con calma y sacar grandes conclusiones. Los niños piden a gritos pasar más tiempo con sus padres y el trabajo lo impide.