Cómo manejar una startup
Leía hace un año y poco una entrevista a Bernardo Hernandez en la, que después de 15 años de experiencia en startups tecnológicas, diferenciaba entre 2 métodos de gestión: El castrense y el artístico.
El castrense, bajo el que nos gusta operar en España o como dice Bernardo “…se nos da mejor…”, significa presionar, presionar y presionar a los trabajadores, los cuales terminan trabajando sin ninguna motivación y sin ninguna idea que aportar.
El segundo método, el artístico, aunque requiere de mucha más comunicación y reuniones, realmente hace que todo el mundo implicado aporte valor.
¿Cuál crees que es el que más éxito tiene?
Realmente no tengo respuesta a eso, pero sí conozco emprendedores que no tienen mayor intención que sobrevivir, sin grandes excesos, que necesitan un cambio, startups sin organización aparente en la que dejan hacer pero termina siendo un descontrol y startups de auténticos tiburones que sólo buscan una revalorización cueste lo que cueste.
Cómo trabajar en una startup
En todo esfuerzo a nivel personal y profesional es muy importante la ética de trabajo. Intentarlo y buscar alternativas a todas las trabas que nos vamos a encontrar.
Las startups buscan gente con talento, rodearse de los mejores especialistas, pero suele pasar lo que ocurre en otras grandes empresas: llega un momento que la presión hace que se adopte el modelo castrense que antes mencioné y por lo tanto que todo ese talento se vaya por el sumidero.
La presión puede venir de muchos factores, pero no es normal tener jornadas de 9 a 20:30 y seguir mandando mensajes y mails hasta bien entradas las 00:00.
Este tipo de gestión sólo lleva al agotamiento y por lo tanto a la extinción de las ideas y malestar de la plantilla. Es el mismo síndrome del que hablábamos en nuestro artículo de padres y directivos.
Comunicación o la no comunicación
O la falta de esta… realmente este es uno de los factores que más he visto y más preocupante me parece. Si ya en una empresa grande por problemas de dimensionamiento, existen perfiles que se pasan todo el día de reunión en reunión sin apenas hacer nada de su trabajo dejándolo para cuando se ha acabado la jornada laboral “oficial”, en empresa pequeña o startup la comunicación suele ser un lastre, es decir, no se valora y por lo tanto se utiliza de forma incorrecta.
Buenrollismo y cambios de rol
Uno de los grandes males de las startups, desde mi punto de vista, es cuando el buenrollismo lo inunda todo, de modo que la profesionalidad se aparca en pro de sacar horas de trabajo (más cantidad que calidad). Esto acaba en el mismo punto; todos están implicados en sacar trabajo adelante mientras las cosas están bien: montones de becarios trabajando hasta las mil, soportando gritos y estupideces sobre trabajar duro mientras nadie los enseña, lo que realmente han venido a hacer a la empresa.
Los cambios de rol también son habituales, siendo la misma persona en un momento tu jefe y en el siguiente tu colega, dando consejos de colega a colega, o en el peor de los casos, adoptando comportamientos paternalistas, cuando lo único que de verdad le importa es el éxito de su empresa.
En resumen
Hay miles de buenos ejemplos de emprendimiento y de startups. Realmente existen motivos por los que muchas de estas cosas pasan, del mismo modo que en las grandes empresas.
Lo que sí hay en grandes empresas es un departamento centrado en el trabajador que muchas veces no existe en una startup, que continúa siendo una pequeña o mediana empresa y que actualmente en España suele cuidar poco al trabajador sin que éste sepa sus derechos, favorecer el presentismo y pecar de falta de comunicación.
Si tenéis algún testimonio sobre conciliación, vida en startups así como ejemplos de buenas startups por favor contribuid, enviadnos vuestra historia.
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Fuentes:
http://foundersandtips.com/la-gestion-en-startups-entrevista-a-bernardo-hernandez-de-flickr/
https://es.wikipedia.org/wiki/Compa%C3%B1%C3%ADa_startup