Soy el primero que sufre por no pasar más tiempo con mis hijas. Y eso que paso mucho. Concretamente un 70% más que la mayoría de mis amigos, que no tienen la suerte de trabajar en casa. Pero aun así, siempre quieres un poquito más. Y, si tienes dos, tu mujer es periodista y también teletrabaja, siempre tratas de ayudar al máximo. Al menos es mi caso.
Por eso sé de la dificultad de conciliar horarios. Por eso hablo constantemente de deslinealizar nuestra actividad. Porque es imposible currar de 9 a 5 si traes a una de tus niñas a comer a casa o si la otra tiene mes y medio.
Sin embargo, también soy consciente de que debo trabajar y entregar un buen producto a mis clientes. Que tengo que quedar con ellos, hacerles ver lo que estoy haciendo, ofrecerles resultados y resumirles mi actividad. Y que eso, en ocasiones, exige echar horas. No tantas como en una oficina (donde el 45% no las aprovechamos), pero sí las necesarias.
Es por ello que una de las principales excusas de aquellos que no quieren ejercer su profesión desde su domicilio es que ‘con niños no se puede trabajar’. Y es relativamente cierto. Porque con ellos no puede hacerse. Pero eso no significa que no sea posible. Y me explico.
Si tu pareja está en paro, no tiene ninguna ocupación por un acuerdo tácito, está de baja o comparte profesión, hay que llegar a un acuerdo. Desde el principio. Para que luego no haya malos entendidos ni uno de los dos se queme. Y decidir que en una estancia de la casa, sea cual sea, si estás trabajando, estás trabajando. Otra cosa es que su vida profesional transcurra fuera de casa. Ahí ya las circunstancias son tan personales que no puede haber una generalización.
Vaya mi ejemplo por delante. Cuando estoy en el parque por las tardes, disfruto mucho. Pero si me queda algo por hacer, no me siento bien al cien por cien. Eso hay que asumir que nunca se va a ir. Que nos han educado en el cumplimiento del deber por encima del cumplimiento familiar. Aquello de ‘el trabajo es lo más importante’ o ‘no te preocupes porque es trabajo y lo entiendo’.
Dicho esto, cada uno sabe de sobra cuánto le cuesta hacer qué cosas. Así que planificaos los días. Y si luego se tuercen (que no son ni mucho menos la mayoría), pues pringáis por la noche o por la mañana. Como hace todo el mundo cuando a veces tiene que quedarse hasta tarde en su oficina.
Todos queremos vivir mejor, pero hay que saber valorar cuándo se puede y cuándo no. Y, sobre todo, disfrutar de las ocasiones en que ocurre lo primero. Que hoy, con la tecnología existente, deberían ser muchas más que las segundas.
Hola David,
Creo que tienes suerte de estar en una situación así, de poder compartir más con tus hijas y trabajar desde casa. En mi caso a pesar de ser mi propio jefe como tu es casi imposible, primero porque no se como me apaño pero siempre trabajo más de 10 horas al día. Siempre hay cosas que hacer, que si problemas, que si contabilidad, que si atender clientes, que si papeleo… y al final de trabajo efectivo 3 horas al día.
Este verano estuve tentado de mandarlo todo a paseo y ponerme en casa a trabajar con cuatro clientes y listo, pero claro si te fallan… como empresa tengo mucho dinero pendiente de cobro y aguanto pero si me voy a casa y no cobro problemón.
Creo que España aún no está preparada para el sistema de teletrabajo que hay en otros países, a no ser que hagas proyectos propios que es lo que estoy intentado yo.
Por otro lado lo que si he hecho es alquilar un local a 50 metros de mi casa y así me ahorro lo que hacía antes que era meterme 2 horas de coche en viajes de un sitio a otro.
Ojalá en un futuro tanto los clientes como nosotros nos acostumbremos a trabajar así, pero de momento lo veo difícil.
Lo que procuro es dejar los fines de semana para los niños, pero cuando vamos a sitios donde ellos juegan por su cuenta me saco el portátil y a currar, no consigo desconectar para nada.
Espero que nos sigas contando tu experiencia para ver que tal te va.
Un saludo
Hola. Antes de nada, gracias por leer y buscar tu tiempo para escribirme :-).
Entiendo perfectamente lo que te pasa, porque a mí me sigue ocurriendo muchas veces. Vivimos en una época donde vamos a tener que vivir con la incertidumbre y eso no se va a acabar. No podemos saber si apostando por cuatro clientes seguirán con nosotros o no en un año, como no podemos prever qué nueva gente querrá trabajar con nosotros aunque hayamos decidido centrarnos en otra.
En efecto, España no está preparada para el teletrabajo por la sencilla razón de que no existe formación al respecto. Y si a alguien no le enseñas a hacer algo, el porcentaje de gente que no lo hará bien será muy alto. A mí, para que te hagas una idea, me llegaron los cobros que necesitaba para pagar el IVA tres días antes de hacerlo este trimestre. Y tuve que insistir varias veces.
Con respecto a los nenes, yo cuando estoy con mis hijas en el parque contesto mails y llamadas por el móvil. Y he tenido que aprender a dejarme de sentir mal, pero no es algo que vaya a ocurrir a corto plazo. te entiendo y tenemos que saber que nuestra vida va a ser así.
Pese a ello, hazte una pregunta: ¿puedo planificarme toda la carga de trabajo deslinealizando mi horario, de forma que sin niños curre, con niños esté con ellos (cuando pueda) y cuando se acuesten use el remanente antes de centrarme en mi pareja?
Un abrazo y mucha suerte en tu camino
Si te cuento que me meto en la cama con el ordenador y sigo trabajando alli todos los días hasta las tantas, te puedes imaginar. Sin embargo si que estoy contento con el tiempo de calidad que les doy a mis hijos, como hemos dicho no todo el que querríamos pero al menos de calidad. Con mi pareja lo que procuro es al menos una vez a la semana salir a comer solos cuando los niños están en el cole, así al menos charlamos algo, además suele venir por mi trabajo para poder planificar cosas juntos (ahora que el local esta cerca de casa).