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Qué le diré a mi hijo cuando se incorpore al mundo laboral

Aún quedan años para que el titular de este post se cumpla, pero quiero compartir una reflexión sobre el mercado de trabajo que estamos viviendo en la actualidad.

Estudios

Ahora que mi hijo se ha incorporado a la dinámica colegio (y le ha costado adaptarse) me planteo muchas preguntas sobre cómo me fue a mí.
Yo no recuerdo el colegio como una experiencia vital ni con demasiado cariño. Más como una experiencia necesaria para llegar a la fase siguiente.
Cuando tuve que elegir carrera tampoco tuve muchas referencias para saber realmente qué quería estudiar o lo que me iba a encontrar. De hecho, elegí una carrera que inicialmente parecía contar con el beneplácito del mercado laboral pero que antes de que yo terminase ya se había inundado de perfiles técnicos como el mío lo que haría que nunca me diferenciase.
En la universidad aprendí a sacarme las castañas del fuego (como casi todos) pero en un sentido bastante amplio. Allí, por ejemplo, descubrí el mundo de internet a lo que me dedico hoy en día.

Mercado laboral

Pude incorporarme rápido al mercado laboral mediante unas prácticas de 2 meses y con un salario bajo.
En comparación con lo que he visto posteriormente tuve suerte, de hecho, después de un año en el mercado ya estaba cobrando más de 25.000 euros cuando actualmente el salario más común es de 16.000. Tampoco estoy hablando de hace muchos años, por edad entro en la categoría de generación X o Millennials (por un año o dos).

Ok, pero ¿qué le dire?

Lo primero, que el mercado laboral no es justo, inicialmente en su caso, si la cosa sigue igual. Prácticas de un año o más con un sueldo (si es que cobra) mísero.
Más adelante espero se haya recortado la brecha salarial y no tenga que hablarle de ésta, aunque por las previsiones que comentan creo que él se lo podrá contar a sus nietos.
Que no se deje engañar, que están muy bien las empresas donde pagan en fiestas y buenrollismo pero que diferencie bien lo que caiga en “tomadura de pelo” de lo que es “aprendizaje” de alguien que sabe más.
Que no se someta a los horarios de 8 de la mañana a 20 de la tarde y que no hace falta salir siempre después del jefe. Si le dicen algo por eso puede abandonar la empresa en la que está haciendo prácticas. No es necesario aprender o hacer prácticas de presentismo y no dejarse engatusar por esa pseudo cultura de empresa.
Que haga prácticas en una empresa que le guste o directamente que se la invente. Es preferible no matar la motivación que tiene en un entorno de gente quemada y resignada que está deseando huir de su jefe porque realmente los empleados casi siempre huyen de su jefe, no de la empresa.
Que sea feliz, que sepa hacer algo de forma individual y que se pueda valer la vida con ello, de ese modo, si en alguna ocasión le dan la patada, pueda pasar un mal trago más corto.
Y que esté informado, que sepa sus derechos y deberes, pero sobre todo sus derechos los cuales manosean y pervierten de cualquier manera.
Creo que según vaya creciendo le diré muchas más cosas, pero por ahora esa es mi idea.

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