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Retos en materia de conciliación

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Esta semana hemos hablado sobre los retos en materia de conciliación en el I Congreso de demografía y políticas de igualdad. ¿Qué sociedad aspiramos a (man)tener?, organizado por Mujeres en Igualdad, celebrado en la Consejería de la Presidencia, Justicia y Portavocía de la Comunidad de Madrid.

Conocí a Carmen Fúnez de Gregorio, secretaria general de Mujeres en Igualdad, hace dos años, poco después de lanzar #mamiconcilia. La responsable de emprendimiento y formación de su equipo, Mar Fernández Delgado, me asesoró durante los primeros meses, aunque hace más de un año que no sé nada de ella. Decía que tenía madera de emprendedora.

Me hizo mucha ilusión que me llamaran para participar en estas jornadas. Me pidieron que hablara sobre los retos en materia de conciliación en una mesa titulada: “Los servicios sociales antes los cambios demográficos: prestaciones, conciliación, permisos y horarios”, en la que también participaron Juan Pablo Lázaro, presidente de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM); Íñigo de la Serna, Alcalde de Santander y presidente del Consejo de municipios y regiones de Europa; Alejandro Macarrón, fundado y director de la fundación renacimiento demográfico; y José Luis Casero, presidente de ARHOE, Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios.

El congreso me pareció muy interesante pero no pude coger apuntes, así que me centraré en mi intervención.

Retos en materia de conciliación

Aunque sin duda hay muchos más, me centré en los 6 retos en materia de conciliación que como madre reciente me afectan más directamente:

Acabar con la discriminación laboral por embarazo y maternidad

Los permisos parentales, tan diferentes entre hombres y mujeres, hacen que los empresarios acaben prefiriendo contratar a un hombre, y que por tanto las mujeres se piensen dos veces el tener hijos para no frenar su carrera laboral.

Si el hombre decide disfrutar de la baja de maternidad, la jornada reducida o excedencia por cuidado de hijos menores, podrá verse sometido a la misma discriminación laboral y a la incomprensión social. Tenemos que conseguir que esto cambie.

Pero además, tenemos que conseguir que las medidas de conciliación sean iguales para todos porque si no los que no tienen hijos acaban sintiéndose discriminados y enfrentándose a los que sí los tienen.

Protección de la lactancia materna

La Organización Mundial de la Salud recomienda seis meses de lactancia materna exclusiva y dos años complementada con otros alimentos, lo cual resulta complicado con solo 16 semanas de baja de maternidad, un permiso de lactancia difícil de poner en práctica en grandes ciudades y escasez de salas de lactancia, lo que en muchos casos lleva al abandono prematuro y no deseado de la lactancia materna cuando de sobra es sabido que disminuye el riesgo de enfermedades y por tanto el gasto público.

Protección de la infancia

Los niños tienen dos necesidades principales (además del comer, beber y dormir): el cariño de sus padres y el juego. Las medidas de conciliación que proponen los partidos políticos (guarderías de 0 a 3 años, alargar la jornada escolar y acortar las vacaciones) están más pensadas para aparcar niños que para criar con responsabilidad a los ciudadanos del futuro. La ausencia de los padres incrementa el fracaso y el absentismo escolar. También las separaciones y divorcios que acaban repercutiendo en los niños.

Cambio de roles

Históricamente la madre era cuidadora y el padre proveedor. La incorporación de la mujer al mundo laboral ha hecho que la mujer asuma un doble rol porque el hombre no se ha incorporado en igual medida a las tareas domésticas y cuidados familiares. Además, la ausencia de los padres está haciendo que terceras personas asuman el cuidado de los niños, en el mejor de los casos, los abuelos que se ven obligados a educar a sus nietos cuando lo que debería hacer es disfrutarlos y malcriarlos.

Acabar con la brecha salarial

porque mientras las mujeres ocupando en menor medida cargos directivos y cobrando menos que los hombres, a la hora de echar cuentas en casa sobre quién coge la reducción de jornada, excedencia y aparcando su carrera las cuenta acaban señalando a la mujer, lo cual la perpetúa en su rol de cuidadora.

Choque intergeneracional

Ya conviven en el mundo empresarial los baby boomers y los millenials, que tiene valores muy diferentes. Los primeros valoran más el dinero y los segundos el tiempo. Tenemos que evolucionar del vivir para trabajar al trabajar para vivir.


Colaboramos en el programa “Es tiempo para conciliar: es tiempo para compartir”, financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y coordinado por ARHOE.  Próximamente tendremos oportunidad de hacernos oír ante la administración general del estado, administración autonómica de Madrid, organizaciones empresariales y sindicales, otros representantes de la sociedad civil y empresarios/as que también están participando. El objetivo es tener visión sobre el estado actual de la conciliación así como las necesidades en la materia para desarrollar un análisis y formular propuestas encaminadas mejorar la conciliación. Nos gustaría que nuestra aportación sea lo más representativa posible de este movimiento social. Por eso nos gustaría pediros vuestra colaboración en esta encuesta. Muchas gracias.

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